

Indicaciones
1Limpiamos y cortamos el pollo en piezas. Aparte en una olla agregamos agua, miel, mostaza y sal para cocinarlo.
2Preparamos lo que será el rebozado exterior: por un lado, ponemos el huevo y la leche en un plato hondo y batimos ambos ingredientes hasta que quede una mezcla de color crema y sin grumos.
3En otro plato preparamos la otra parte con la harina y el pan rallado juntos.
4Pasamos las piezas de pollo ya cocidas por la mezcla de harina y pan rallado, después por la mezcla del huevo y la leche y después nuevamente por la primera mezcla.
5Finalmente, freímos el pollo en abundante aceite caliente, asegurándonos de que quede cocido en su interior y crocante por fuera.
6¡Así de fácil, sirve, siéntate y disfrútalo!